LA LUNA Y EL AMOR
La luna ha sido en su historia la cómplice de los enamorados. Ella marca el encanto, la sinfonía de los afectos y el derroche de sentimientos en todo su esplendor. Poetas, cantores y locos se han embelesado con ella. Su ritmo ascendente y descendente ha jugado un papel importante en la vida afectivo-emocional del ser humano. Su paso por los signos al igual que sus fases nos proporcionan una información que facilitará la toma de importantes decisiones en este aspecto.
* Las relaciones afectivas que se inician con el paso de la Luna por el signo de Tauro, Escorpión o Leo o con la luna llena tendrán mayor fuerza, resistencia y durabilidad.
* Si se quiere dar un nuevo impulso a la relación, el mejor tiempo para hacerlo será en fase creciente o con la luna transitando por el signo de Géminis o Sagitario.
* El tiempo lunar más propicio para contraer nupcias es tres días después de la luna llena o con Luna en Tauro. También en el tiempo comprendido entre la luna menguante y la balsámica. Se debe evitar el día exacto de la luna llena y la luna negra muy especialmente.
* El mejor tiempo para reiniciar o reconciliar una relación son el tercero o cuarto día después de la luna llena.
* Las relaciones rutinarias son mas fáciles de terminar cuando se está en luna creciente.
* Las relaciones obsesivas son menos destructivas cuando se terminan en luna menguante.
* Los procesos de divorcio se deben iniciar después de la luna creciente o con la Luna en Aries cuando se sucedan entre octubre y abril; o Luna en Acuario para que evolucionen muy rápidamente y sin apegos.
El paso lunar también facilita la evolución rápida de los procesos de gestación.
* Inseminación artificial como fecundación normal: después de la fase de luna creciente o con la luna en Sagitario o en el signo de Cáncer. Se deben evitar tratamientos de este tipo en luna menguante, luna negra y el día exacto de la luna nueva. Los tratamientos corren el riesgo de no ser efectivos porque La Luna es es especial símbolo de nutrición y fecundidad y en este tiempo se encuentra particularmente disminuida y con muy poco o ninguna fuerza, como sucede cuando está negra.